jueves, 2 de mayo de 2013

Ocaso



Se murió el sol
se murió como desmayándose
como una doncella
desaparece y todavía queda
su resplandor
doradas las nubes
se van volviendo rosadas
liláceo todo se vuelve
oscurece
los árboles son profundamente negros
negro se va volviendo el campo
las casa negras
con un punto de luz
que se ve por la ventana
como una débil estrella
señal que viven humanos
que si no fuera porque aprendieron
a falsificar la luz
se volverían también ellos
negros
aparecen estrellas
coquetas
modestas
¿estaban ahí mismo
cuando el sol brillaba todavía?
y mañana
del lila al rosa
del rosa al dorado
el sol nacerá
y resucitará.


Roberta Iannamico
Muchos poemas
(2008) Voy a salir y si me hiere un rayo. Buenos Aires