sábado, 4 de mayo de 2013

Roberto Juarroz

Corto los hilos
de la mirada con que te miro
y empiezo a tejer con ellos
la pasión de mirarte
allí donde no estás.

Por eso, algunas veces,
te veo más en tu ausencia que en tí.

Roberto Juarroz
Poesía vertical II
(2005: 289) Emecé. Buenos Aires


jueves, 2 de mayo de 2013

Ocaso



Se murió el sol
se murió como desmayándose
como una doncella
desaparece y todavía queda
su resplandor
doradas las nubes
se van volviendo rosadas
liláceo todo se vuelve
oscurece
los árboles son profundamente negros
negro se va volviendo el campo
las casa negras
con un punto de luz
que se ve por la ventana
como una débil estrella
señal que viven humanos
que si no fuera porque aprendieron
a falsificar la luz
se volverían también ellos
negros
aparecen estrellas
coquetas
modestas
¿estaban ahí mismo
cuando el sol brillaba todavía?
y mañana
del lila al rosa
del rosa al dorado
el sol nacerá
y resucitará.


Roberta Iannamico
Muchos poemas
(2008) Voy a salir y si me hiere un rayo. Buenos Aires

El sueño del niño negro



Sueños de muchos colores
saben soñar los morenos.

A la sombra gris oscura,
bajo un blanco limonero,
almohada de verdes hojas,
se ha dormido el niño negro.

Se ve en un caballo zaino
por campos amarillentos.

Violeta el jacarandá,
azul el río, a lo lejos.

El saco marrón y lila,
verde y granate el sombrero
y una rosa color rosa
lleva en el blanco pañuelo.

Negra niña se le acerca
y le pide al niño negro
que moje en el río azul
sus rojos labios sedientos.

¡Galopa el caballo zaino
por el campo amarillento!
¡Qué celeste está la tarde
y qué celeste está el viento!

Las frescas aguas azules
mojan los labios bermejos.

Sonríe la niña negra
y sonríe el niño negro,
sonrisas de blancos dientes
y de bronceados hoyuelos.

Cantó un rojo cardenal
en el blanco limonero,
y apartando verdes hojas
se despierta el niño negro.


Javier Villafañe
El gallo pinto y otro poemas
(2005) Colihue. Buenos Aires

Luz




En el principio fue la oscuridad. Oscuridad tan desquiciante que fue necesario encender, milenios después, millones de estrellas. Con las estrellas llegó la luz. Con la luz, las flores. Y en una flor comenzó a oler el universo.





Armando Páez
Escritos breves (desde el borde)
(2000) Santiago de Chile

Pablo Neruda





(…) Yo soy,
yo soy el día
soy
la luz.
Por eso
tengo
deberes de mañana,
trabajos de mediodía.
Debo andar con el viento y el agua,
abrir ventanas,
echar abajo puertas,
romper muros,
iluminar rincones (…)



 
Pablo Neruda
Odas elementales
(2004) Losada. Buenos Aires

Mariposa del aire




El viento venía rojo

por el collado encendido

y se ha puesto verde, verde

por el río.

Luego se pondrá violeta,

amarillo y …

será sobre los sembrados

un arco iris tendido.













Federico García Lorca

Mariposa del Aire
(2004) Colihue. Buenos Aires